Por supuesto, es necesario conocer las bases: la gramática, el vocabulario, la comprensión oral y escrita, etc. Y si es posible, hacerlo de forma divertida y llevadera (lee el artículo 8 trucos para aprender alemán de forma divertida). Sin embargo, si a pesar de ir aprendiendo todo esto, escuchamos a alguien hablando alemán y no le entendemos nada de nada, difícilmente podremos decir que sabemos alemán por el hecho de haber ido a una escuela. El gran problema se resuelve cuando entramos en contacto con la lengua visitando un país nativo y tratando de hablar alemán durante un tiempo prolongado.
Ventajas de estudiar alemán en Alemania
Nadie del mundo te podrá enseñar lo que podrás aprender en la práctica diaria haciendo una estancia para aprender alemán en Alemania. Y no es algo que se consiga en una semana, ni en un mes. Este tipo de aprendizaje es más “desordenado”. No hay pizarra, no hay hojas de vocabulario, no hay listas de verbos. Nada de nada. Sólo un dependiente al otro lado del mostrador que sólo habla alemán y te pregunta qué es lo que quieres. Y como él, decenas y decenas de pequeñas experiencias que irán configurando tus conocimientos del idioma.
Evidentemente, tratarás de ir relacionando muchas de las cosas que oyes con lo que has aprendido en clase. Y por supuesto, utilizarás las palabras que sabes hasta ahora para tratarte de expresarte. Pero, ¿sabes una cosa? Que muchas de las palabras nuevas que aprendas no las aprenderás en un aula, sino cuando una persona y otra y otra te repitan esas palabras en diversas situaciones. Y al final, por puro coraje, acabes entendiéndolas y usándolas.
Habrá momentos en los que creas que todo el alemán que has estudiado no te ha servido para nada. Porque no habías oído hasta ese momento esa palabra, o esa pronunciación. Y eso, claro está, no da tiempo a aprenderlo en ningún aula, ni siquiera cuando estudias el alemán por tu cuenta en tu casa. Es necesario enfrentarse a las personas que hablan en alemán, a los nativos, e ir construyendo nuestros conocimientos de forma natural, de acuerdo con nuestras experiencias diarias. Eso se llama no sólo aprender un idioma, sino "adaptarse" a un entorno determinado.
Si quieres conocer el alemán, puedes estudiarlo y aprenderlo, sabiendo siempre que lo que aprendas no será en vano. Sin embargo, lo que no se utiliza, acaba muriéndose. ¡Así que saca ya tus conocimientos del armario y ponlos a trabajar!